jueves, enero 17, 2008

El saber no ocupa lugar... al menos eso dicen.


Después de haber pasado la noche en la posada, me di cuenta de dos cosas:

La primera, que la soledad no es nada buena, y la segunda, necesitaba saber si podía volverme loco a causa de ella.

Durante la noche, mientras paseaba por las habitaciones me fijé en un dato curioso. Cada puerta tenía un misterioso nombre, todos totalmente desconocidos para mi.

Y en una de las salas había una enorme biblioteca, con toda clase de libros, y fue ahí donde me di cuenta de que era mi oportunidad para culturizarme sobre aquellos temas de los cuales aún desconozco.

Estaba totalmente claro cual iba a ser el primer tema ¿verdad?


No hay comentarios: